| De la manita vimos presentando a Kevin Wall y a Al Gore, exvicepresidente de los EE.UU. el antídoto mundial contra la crisis climática o como la califico éste último “emergencia planetaria”, desde mi punto de vista, una misión algo amorfa la que ha tenido el Live Earth, una ola de conciertos que recorrió el globo desde Asia hasta América. Tras el disparo de salida desde Sydney, Tokio y Shangai, el concierto planetario de 24 horas prosiguió su gira por Europa(Hamburgo y Londres) y cruzó luego el Atlántico para crear conciencia sobre el calentamiento global en Nueva York y Rio de Janeiro. Cuyas entradas oscilaban entre 83 y 448 dólares, dólares que iran dirigidos a la Alianza para la protección del clima, una organización sin animo de lucro encabezada por Gore, el mismo que cuando dió la primera conferencia para promocionar su libro y su película, en la Costa Este de Norteamérica tuvieron el segundo invierno más frío del Siglo. El verano del 2006, en Alaska, fue el más frío y lluvioso en diez años. La capa de hielo de la Antártida, en el 2006, alcanzó el mayor grosor medido hasta ahora.El mismo Gore exhibía como aval de su entonces proyecto de libro y de película a Michael Happer, eminente climatólogo. Happer fue defenestrado y despedido por Gore, cuando manifestó su desaprobación al contenido y las conclusiones reflejadas por la película. La gota que colmó el vaso de la paciencia de Gore fue la sugerencia que Happer, como científico, le hizo: medir las malvadas radiaciones UV, presuntamente incrementadas por el CO2, para comprobar si era verdad que ahora eran más intensas que hace unas décadas. Happer fue puesto de patitas en la calle y, por supuesto, las medidas nunca fueron hechas. Así que, los asistentes deberían hacer mas caso al mensaje que lanzo el avión que sobrevoló el estadio en el preciso momento en que Gore tomaba la palabra, arrastrando un enorme cartel que decía: "No le crean a Al Gore, exijan debate", aunque habría estado mejor si el mensaje dijese lean The Politically Incorrect Guide of Global Warming de Horner…como ha recomendado Lady Godiva. |
 Para muchos, él sólo hace el bufón para ganarse el cariño de los votantes: bajo su caótica apariencia late uno de los cerebros más afilados de su partido, Boris Johnson. A sus 43 años, el diputado «tory» anda sobrado de inteligencia, carisma y sentido del humor. A ello añade una gran habilidad para conectar con la gente.Con su característica mata de pelo rubio platino, Johnson es una figura de culto entre los británicos, que adoran sus surrealistas intervenciones televisivas y su jocosa columna en el «Daily Telegraph», apodado por muchos como”the sextator” o vanilla ice…lo proclaman como el futuro líder conservador, tras escucharse chismorreos sobre la posibilidad de adelantar las elecciones a 2008 y al mismo tiempo que el Partido Conservador anda a la caza de un Candidato para la Alcaldía. Boris ha insinuado que estaría dispuesto a ser el candidato, una idea que ha despertado entusiasmo entre los votantes. Así que la pregunta parece obvia: ¿a qué espera David Cameron para aceptar la idea de su amigo? La reserva de Cameron es entendible ya que sólo una cosa iguala la popularidad de Boris, su legendaria habilidad para que le pillen con los pantalones bajados…Pero quien sino él, podrá derrotar a Ken Livingstone, el perpetuo rebelde e incorregible del Partido Laborista, la primera y única persona que ha ocupado ese puesto, después de su creación en el año 2000, famoso al igual que Boris por sus escándalos públicos y declarado oficialmente, persona non grata por George Bush en su visita a Londres. Esta claro, esa persona es Boris Johnson, sino siempre podrá dedicarse a showman, seguro que club de fans no le falta. |
